
Análisis de datos, visualización de informes y dashboards e implementación de sistemas de predicción y análisis predictivo.
La importancia de un buen diagnóstico financiero se podría asemejar al diagnóstico precoz de una enfermedad, que al ser detectada a tiempo facilita su curación. Así el paciente (cliente) conoce sus índices y rango de salud que mantiene periódicamente.
Un buen diagnóstico financiero es clave, tanto para el crecimiento empresarial, como para la supervivencia de cualquier negocio y sobre todo en escenarios cambiantes o complejos donde el mercado de tu negocio tiene otras variables ajenas a tu operación.
En estos momentos y ante la actualidad país el gran dilema o gestión necesaria para lograr un buen y sano 2023 es:
Por eso y como conocemos distintos segmentos de negocio en las industrias hemos elaborado por años un mecanismo de soluciones de gestión estratégicas que marcarán la diferencia en tu empresa entre pasar un año con muchas dificultades a pasar un año con “buena salud económica”.
Por lo mismo y como conocemos el mundo comercial y financiero, no se debe de dejar en manos de cualquiera. Al igual que, volviendo al símil del diagnóstico médico, no dejamos nuestra salud en manos de cualquier médico.
El diagnóstico financiero que ofrecemos es fiable para nuestros Clientes y Directores de empresas pues combina la tecnología de BI (Business Intelligence) en la data del negocio, GFI (Gestión Financiera Integral) y la expertiz de nuestro equipo de profesionales que sabe entregar gestión y solución a los temas que los directores y gerentes necesitan para cada escenario.
Podríamos definir nuestro DRF en una empresa como el análisis de la información emanada de la contabilidad y otras bases de información corporativas para determinar la situación económica de una empresa.
El objetivo de todo DRF es determinar la situación financiera de la empresa midiendo magnitudes como:
La medición de estas magnitudes se realiza con el objetivo de obtener información relevante que facilite la toma de decisiones.
En términos más sencillos y haciendo un símil en el campo médico; un adecuado DRF permite a la compañía conocer sus índices de calidad (salud) y donde abordar sus prioridades (atender tratamientos y remedios) de solución.
Para la realización de un completo DRF se pueden dar los siguientes pasos: The SEVEN Tips
Antes de realizar el diagnóstico financiero se debe determinar:
Para realizar el diagnóstico financiero de la organización, lo primero es contar con información financiera actualizada y normalizada. Principalmente de los estados financieros comparativos de dos períodos consecutivos.
En este sentido, las principales fuentes de información de las que se nutre el diagnóstico financiero son:
Si se sabe leer un balance, se puede ver si la estructura financiera de la empresa es la adecuada. Además de ver, por ejemplo, si los activos más líquidos que tiene la empresa son suficientes para hacer frente a los vencimientos de las deudas a corto plazo.
Las ratios financieras o contables son coeficientes que aportan unidades financieras de medida y comparación. A través de ellas, se establece la relación que presentan los datos financieros, y es posible analizar el estado de una organización en base a sus niveles óptimos.
Las ratios se pueden dividir en económicas y financieras. Y con ellas, se pueden comparar las fortalezas y debilidades de las empresas. Así como ver su evolución en el tiempo.
Por otro lado, las ratios deben reflejarse en un cuadro de mando de fácil accesibilidad para facilitar la toma de decisiones.
A la hora de realizar un análisis de ratios hay que analizar otros factores. Ya que por sí solo, el resultado de determinadas ratios nos puede inducir a error en nuestros análisis. Por ello es fundamental tener en cuenta el tipo de negocio, la estacionalidad y el sector al que permanezca la empresa.
Las ratios contables aportan una valoración cuantitativa. No obstante, es fundamental saber interpretarlas y extraer de estas un análisis cualitativo que facilite la toma de decisiones por parte del empresario y/o directivos.
Ratios utilizadas en el diagnóstico financiero (y cómo interpretarlas)
Algunas de las principales ratios que se utilizan para realizar un diagnóstico financiero son las siguientes:
Ratio de liquidez: Es similar al fondo de maniobra, ya que mide la capacidad de la empresa para hacer frente a sus compromisos a corto plazo.
FM=Activo corriente / Pasivo corriente
Su resultado debería de ser mayor que uno. Ya que hay una parte del activo corriente (como el stock de seguridad o el saldo mínimo necesario de disponible) que, por su importancia en el proceso productivo, deben ser financiados con capitales permanentes. En cualquier caso, su análisis por sí solo puede inducir a error. Esto se debe a que puede haber empresas solventes con una ratio menor que uno.
Ratio de tesorería o coeficiente de liquidez inmediata (RT): Mide las posibilidades de hacer frente a las obligaciones de pago a corto plazo. Su valor óptimo es entre 0,1 y 0,3. Por encima de 0,3 se puede producir un exceso de liquidez de la empresa, que puede afectar a su rentabilidad.
Se calcula mediante la siguiente operación:
RT= Activo disponible (tesorería e inversiones financieras temporales) + Realizable / Pasivo corriente
Ratio de autonomía financiera (RAF): Relaciona los recursos propios netos con las deudas totales, e informa sobre la composición estructural de las fuentes de financiación. La ratio mide la autonomía o independencia financiera e intenta conocer cuál es el nivel óptimo de endeudamiento de una empresa.
Esta es su fórmula:
RAF = Recursos propios netos / Recursos ajenos
Periodo medio de cobro
Mide el número de días que, por término medio, se tarda en cobrar a los clientes. Desde el punto de vista del ciclo de explotación, nos aportará información sobre el número de días que transcurren desde que vendemos un producto hasta que se produce el cobro. También lo podemos interpretar como el número de días que estamos financiando a nuestros clientes. La manera de calcular esta ratio es la siguiente:
Plazo medio de cobro = (Saldo medio de clientes / Ventas) x 365 días
Si el sector en el que se aplica esta ratio es muy estacional, debería calcularse por períodos, al objeto de obtener una información lo más objetiva posible. Cuanto más elevado sea el valor de esta ratio, significará que la empresa tiene un mayor volumen de recursos indisponibles.
Periodo medio de pago: Mide el número de días que se tarda en pagar a los proveedores. Y es en consecuencia la relación entre el saldo medio de las cuentas a pagar y las compras diarias.
Se calcula mediante la siguiente fórmula:
Periodo medio de pago= (Saldo medio de proveedores / Compras) x 365 días
Cuanto más elevado sea el valor de esta ratio, más se demora el pago a los proveedores. Lo que revela que la compañía se está financiando con ellos.
Rentabilidad económica: Mide la capacidad del activo de generar beneficio, independientemente de cuál sea la composición de la estructura financiera de la empresa. También se puede definir como la rentabilidad del activo, o el beneficio que éstos han generado por cada euro invertido en la empresa.
Se obtiene de la siguiente fórmula:
RAI = Resultado Antes de Intereses e impuestos / Activo Total
Rentabilidad financiera: Mide la capacidad de la empresa para remunerar a sus accionistas. Representa el coste de oportunidad de los fondos que se mantienen en la empresa, frente al coste del dinero o inversiones alternativas. Relaciona el beneficio económico con los recursos necesarios para obtener ese lucro.
La ratio para calcularlo es:
ROE = Beneficio neto después de impuestos / Fondos propios
Antes de realizar el diagnóstico financiero se debe determinar:
Para entender tus puntos de mejora, necesidades y proporcionar soluciones personalizadas contáctanos para un diagnóstico totalmente gratuito.
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